Artículo por Edgar Camargo
Si un ser humano se modifica en una conducta de forma no natural o abrupta, sus campos energéticos y corrientes bio magnéticas cambian, esto lo vemos actualmente con los seres que practican cualquier actividad humana que no corresponde con su género o especie biológica. Por consiguiente, si un cambio de estos no es provechoso para nuestra espiritualidad mucho menos algo que venga de fuera, implantado tal vez hasta de forma inconsciente y en contra del individuo.
Nunca fue más duro emprender el viaje espiritual y mantenerse en él.
Velar lo que comemos, respiramos y observamos a través de ese círculo electrónico de protección de la magna presencia “yo soy”, nunca fue tan imperativo.
Para que ese círculo recubra nuestras familias e hijos, la comprensión de la información, de cómo usarlo, cómo formarlo, es tarea primordial.
Nuestro cuerpo físico es una esponja, pero debe vibrar alto para recibir, procesar y dejar actuar a esa magna presencia. “Yo soy la magna presencia actuando en todo momento” para ese espíritu propio de cada quien y que desciende a estos niveles a expresarse. Por esta razón, las diferentes interferencias, lo que no es natural, debe evitarse, y transmutar aquellas que permanecen. “Yo soy la llama violeta transmutadora de todos los elementos inhumanos en mi”.
Pero qué podría causar el transhumanismo tecnológico que se parezca a la espiritualidad: Nada. Ahí está el peligro. Cualquier niño jugaría con una cobra por que no conoce su peligrosidad, lo mismo el ser humano no conoce su espiritualidad, pero tener estados alterados de conciencia, psiquis alterada o intelecto alterado por procesos tecnológicos implantados, producirá que éste creyese ciegamente que así debe ser, y todos los espiritualistas saben que NO ES CREER, ES SER.
El sabor es diferente.
¡Yo soy la magna presencia de Dios en mí!
¡Om Mani Padme Om!
Por ello el transhumanismo y la espiritualidad no van, no ofrece las verdaderas herramientas que se necesitan para la libertad del espíritu en la materia, es engaño. Debemos volver a la naturaleza. ¡Yo soy en todas partes y en todos los seres!
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Transhumanismo y Espiritualidad – Edgar Camargo
“esto lo vemos actualmente con los seres que practican cualquier actividad humana que no corresponde con su género o especie biológica”
Es TRANSFOBICO! Para llamarse gente espiritual les falta cuestionarse sus discursos de odio.